«La tuberculosis sigue siendo la enfermedad infecciosa más letal en 2016. Es también la principal causa de las muertes debidas a la resistencia a los antimicrobianos y la primera causa de muerte en personas con VIH. En la mayoría de los países los progresos se han ralentizado y no avanzan adecuadamente para alcanzar las metas mundiales o subsanar las deficiencias persistentes en prevención y atención de la tuberculosis.» La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado su Informe mundial sobre la tuberculosis 2017 señalando que «Aunque el mundo se ha comprometido a poner fin a la epidemia de tuberculosis de aquí a 2030, las acciones y las inversiones no se corresponden con la retórica política. Necesitamos un enfoque dinámico, multisectorial y de ámbito mundial», en palabras del Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de esta organización.
Los datos del informe indican que no es para menos, tal como recoge la nota de prensa: «En 2016 hubo unos 10,4 millones de nuevos casos de tuberculosis en todo el mundo, de los cuales aproximadamente un 10% eran personas con VIH. El 64% de la carga total se concentra en siete países, de los que la India se lleva la peor parte, seguida de Indonesia, China, Filipinas, Pakistán, Nigeria y Sudáfrica. Murieron de tuberculosis unos 1,7 millones de personas, entre las que se encuentran casi 400.000 personas coinfectadas por el VIH, aunque ello supone un descenso del 4% en comparación con 2015. La tuberculosis multirresistente sigue siendo una crisis de salud pública y una amenaza para la seguridad sanitaria. La OMS estima que hubo 600 000 nuevos casos con resistencia a la rifampicina (el fármaco de primera elección más eficaz), 490 000 de ellos con tuberculosis multirresistente. Casi la mitad de estos casos se dieron en la India, China y la Federación de Rusia.»
«La elevada cifra de muertes y la magnitud del sufrimiento hablan por sí mismas: no avanzamos a la velocidad necesaria», señala el Dr. Mario Raviglione, Director del Programa Mundial Contra la Tuberculosis de la OMS. «Será crucial actuar con prontitud para lograr la cobertura sanitaria universal y la protección social, y avanzar en la investigación y las innovaciones, para que todas las personas, especialmente las más pobres y desfavorecidas del mundo, tengan acceso a atención del más alto nivel centrada en el paciente».
Compromiso político y acción multisectorial
Según la OMS, «poner fin a la epidemia de tuberculosis requiere la adopción de medidas más allá del sector de la salud a fin de abordar los factores de riesgo y los determinantes de la enfermedad. Por primera vez el Informe mundial sobre la tuberculosis presenta resultados desde un nuevo marco de seguimiento multisectorial que pone de relieve los vínculos de la epidemia de tuberculosis con siete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los últimos análisis de la situación de los indicadores para los 30 países con carga elevada de tuberculosis muestran que la mayoría tendrán dificultades para alcanzar las metas de los ODS.»
Unidos y solidarios habrá que seguir trabajando para conseguir erradicar esta enfermedad de la injusticia.