La revista de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red TBS- Stop Epidemias) ya cuenta con una nueva edición, la que supone el número 27 de la serie Memorias de la COVID-19 ahora dedicada a Sanidad Global. En este número, interesantes artículos de Javier Senent García, presidente de Cruz Roja Española; Francesca Sánchez Martínez, médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital del Mar (Barcelona); Miguel Ángel Salazar Lezama, expresidente de la Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax y coordinador de Salud Ocupacional del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas de Ciudad de México; Silvia Arias Careaga, directora de la Oficina de Acción Solidaria y Cooperación de la Universidad Autónoma de Madrid; y Xavier Casas García, director médico Asistencial de Serveis Clínics (Barcelona).
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Ya está disponible el último número de la revista de la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red TBS-Stop Epidemias), el número 26 de Memorias de la COVID-19 que supone también la edición 56 de la newsletter. Un número en el que puede leerse información recabada durante la 10ª Jornada de Actualización, en la que también se presentó el segundo volumen de Memorias de la COVID-19, ahora centrado en La pandemia en las Américas.
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Realizada durante la 10ª Jornada de Actualización en Tuberculosis y COVID-19, la presentación está disponible en el canal de YouTube de la Red TBS-Stop Epidemias.
Así se ha puesto de manifiesto en la 10ª Jornada de Actualización, en la que se ha destacado que en los países de poca incidencia la transmisión en la población general es baja y la mayoría de los casos son progresiones de esa infección tuberculosa latente. Uno de ellos es España, y desde esta Red se reivindica el margen de mejora existente para la detección y el manejo de estos pacientes: dotar al Plan Nacional de recursos efectivos podría ser una de las vías para ello.
Se define la infección tuberculosa latente (ITL) como el
estado de respuesta inmunitaria persistente a la estimulación por antígenos de Mycobacterium
tuberculosis sin indicios de manifestaciones clínicas de tuberculosis
activa. Es decir, la gran mayoría de las personas infectadas no tienen signos o
síntomas de tuberculosis, pero corren el riesgo de tener una tuberculosis
activa. Un riesgo que el doctor Francisco Javier García Pérez, presidente de
NeumoMadrid, cifraba esta semana en su ponencia en la 10ª Jornada de
Actualización que la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red
TBS-Stop Epidemias) ha celebrado en Madrid.
Concretamente, el riesgo de
que una persona con ITL progrese a tuberculosis activa en algún momento de su
vida se sitúa entre el 5 % y 10 %. Así
lo especificaba el doctor García Pérez, matizando que el riesgo es
particularmente alto en menores de 5 años y en personas con inmunidad
comprometida (según este experto, los grupos más vulnerables incluyen los
contactos de personas con la enfermedad, la población infantil, o pacientes con
VIH, inmunodeprimidos, en diálisis, con trasplantes o silicosis y quienes
presenten cambios fibróticos en radiografía de tórax).
El gran problema, según
apuntaba el también secretario general de la Red TBS-Stop Epidemias, radica en
que no hay ninguna prueba de referencia para la detección directa de la
infección por M. tuberculosis en los seres humanos. Y el hecho es que en
los países de poca incidencia, la transmisión en la población general es baja y
la mayoría de los casos son progresiones de esa ITL. Es por ello por lo que el
diagnóstico y el tratamiento de la infección tuberculosa latente son
fundamentales para conseguir acabar con esta enfermedad, a la que el doctor
Julio Ancochea, presidente de la entidad organizadora, siempre tacha de
paradigma de injusticia social.
Una injusticia agravada por la COVID-19
Así se ponía de manifiesto en
este décimo encuentro de la Red TBS-Stop Epidemias, en el que se ha vuelto a
poner sobre el tapete que el descenso de casos registrados mundialmente según
la Organización Mundial de la Salud, no era tal, sino fruto de unos
infradetección e infradiagnóstico que han provocado una mayor mortalidad.
Esta 10ª Jornada ha vuelto a ser altavoz de la reivindicación profesional de que, tal como se han movilizado los recursos para hacer frente a la letal COVID-19, la enfermedad infecciosa más antigua del planeta bien merece algo de compromiso e implicación política para poder acabar con ella… y el paso previo pasa por la solidaridad y la equidad, pero, según recordaba el doctor Julio Ancochea, “se necesita de mayor conciencia política, que permita por fin dotar de medidas y más recursos”. El presidente de la Red TBS-Stop Epidemias reiteraba la necesidad de que el Plan para la Prevención y el Control de la Tuberculosis en España, que se hizo público precisamente en la octava jornada de actualización de esta red, consiga por fin la dotación necesaria para poder implementarlo realmente… esa sería una de las condiciones para poder estrechar ese margen de mejora existente para la detección y el manejo de los pacientes con ITL en España, que el doctor García Pérez cifraba en que se estima que son el 6,2 % de la población (cerca de tres millones de personas).
La 10ª Jornada de
Actualización en TB-COVID-19 de la Red TBS-Stop Epidemias se celebraba el
pasado miércoles en la sede del Consejo General de Colegios Oficiales de
Médicos (CGCOM) contando con la presencia de profesionales de los diferentes
ámbitos implicados en el abordaje de estas enfermedades.
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